Hace 30 años iniciamos nuestro camino en pleno “boom” de la heroína, hoy las adicciones, aunque tienen otros rostros, siguen estando ahí y continúan siendo un problema: Cocaína, drogas de síntesis, alcohol, juego. Además un gran porcentaje de personas drogodependientes presentan una patología mental añadida. Y sus efectos, aunque menos visibles, siguen siendo los mismos: destrucción, sufrimiento, soledad, aislamiento. Para poder atender estas nuevas adicciones, también en Fundación Gizakia nos hemos tenido que adaptar. Hoy somos más profesionales que hace 30 años y hemos innovado en nuestros programas y nuestros servicios.
La atención que prestamos es más integral. Intervenimos con los jóvenes que empiezan a manifestar conductas de riesgo para evitar que caigan en las adicciones. Asistimos a las personas que quieren desintoxicarse para que puedan salir. Y a quienes empiezan a recuperar sus vidas las apoyamos para que encuentren empleo y facilitar así su inclusión social.
Tal vez en estos 30 años la sociedad se ha acostumbrado a las adicciones, pero en Fundación Gizakia no nos conformamos con que esto sea así. Las 8431 personas que han pasado por nuestros programas nos alientan a seguir adelante y a no abandonar a quienes siguen en el laberinto.
Mientras haya una sola persona que afronte su adicción, Fundación Gizakia estará ahí para ayudarla y acompañarla, porque seguimos creyendo que en cada persona hay un futuro y merece la pena.
A lo largo de estos años Proyecto Hombre ha permitido detectar nuevas necesidades a las que dar respuesta y que han dado lugar a la amplia cartera de servicios que en la actualidad ofrece Fundación Gizakia